Es necesario que te quede claro.
ABSOLUTAMENTE CLARO!
Estas viviendo en un paradigma que cada dos por tres se viene abajo.
Se viene abajo y lo llaman crisis, o recesion, como si eso fuera suficiente explicacion.
Siempre que se oye una explicacion, no se soluciona nada, la razon es que se vuelve a producir una vez tras otra.
Se produce una vez tras otra y, como se le pone un nombre y se le da una explicacion, te quedas mas tranquilo.
Dos son los resultados.
Si se produce de continuo es un fallo, ciclico, pero fallo.
Y, la respuesta, no soluciona. Eso quiere decir que aunque haya una respuesta exacta eso no quiere decir que sea valida.
Si llamas a un barco, barco, eso no quiere decir que flote, simplemente denota que lo has visto antes.
Siguiendo con este ejemplo, se merece un momento el recuerdo de un genio llamado don Miguel Gila, cuando en una de sus ocurrencias explicaba lo mal que se sumergia un barco.
El problema era que ese barco era un destructor, no un submarino y, una vez hundido, no habia quien lo subiera.
Cuando la empresa tiene el barco a flote, su rigidez en la inmersion produce que el pasillo en el que habita el hombre, el ser humano, se estreche inmediatamente.
Es estupida la situacion, al igual que estupida la busqueda de respuestas en oriente que tan solo suponen un adormilamiento del individuo.
Si pones una zanahoria al burro, el pollino camina.
Cambiar la zanahoria por un buda hace que sigas estando jodido, pero mas relajado.
Las premisas son erroneas.
La medida es el dinero y el dinero es cobarde.
El dinero siempre va de quien tiene mucho a quien tiene mucho mas.
En oriente hablan de chi.
El chi es valiente.
El chi va de donde hay mucho a donde hay poco.
El cultivo de el chi es la base de todo mi programa de excelencia.
Yo nunca te doy respuestas te cuento los secretos.
Debes entender como funciona tu excelencia.
Es el momento de que la empresa vaya al budismo.
La excelencia es el camino de un universo infinito, frente al paradigma finito dual de competencia.
Si has leido hasta aquí, no me dejes. Tu excelencia y tu felicidad aumentan y contribuyen a mi excelencia y a mi felicidad.
No somos uno, pero tampoco somos dos.
...buscale el sentido, lo tiene.
miguel mochales, maestro zen.
jueves, 29 de mayo de 2008
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