lunes, 2 de junio de 2008

La inteligencia, el bachiller y los problemas de la focalizacion.

Es muy importante entender que es la inteligencia.

La inteligencia no existe salvo para el que no la tiene.

No existe inteligencia puesto que no existe nada que separe al que usa de ella, para el que esta fuera, y la fuente del conocimiento.

La fuente del conocimiento se convierte entonces en la fuente del ser.

La inteligencia por tanto es, la aparicion para quien no la tiene de una serie de respuestas rapidas que supone al individuo una conexión con la fuente de sabiduria que enlaza con el ser, y que se manifiesta con una maravillosa ciencia de dominio de los medios que se denomina habilidad.

Lo que te quiero decir con ello es, que una de las cualidades mas determinantes que existen en la empresa, que es la inteligencia, se aleja absolutamente de los campos de conocimiento de forma igual que el sol se oculta en un dia de tormenta.

Y, el sol se oculta, aunque haya luz.

Y no es un problema de mas o menos luz, que en un dia nublado tambien se ve. Es un problema mas de piel.

La piel se llama, sabiduria.

En este sentido, una de las mayores demostraciones, de la inteligencia sucede en determinadas habilidades que desarrollan los niños en multiples aspectos que estan siempre relacionados con algo que llamamos JUGAR, y que permite que un determinado acto de ejecucion sea por el niño ejecutado a la primera y, con algo muy importante, facilidad.

Este hecho es determinante en un apartado de los que he sido, un preparador avezado, que es, el mundo de las motos.

Un niño, obviamente con unas minimas facultades, directamente coge la moto y enlaza las curvas.

Esto es debido a un hecho fundamental, EL NIÑO JUEGA.

Y cuando un niño juega no necesita pensar en jugar.

Por ello, uno de los factores mas importantes de la consecucion de esa maravilla que se llama inteligencia, es el hecho de no pensar y, asociado, a este termino, el hecho del ser que se basa en algo menos dramatico que es jugar.

Por eso, no somos inteligentes, si no pasamos una determinada barrera que suponga, el jugar, el volver a ser un niño.

En este sentido, la rigidez de las normas del conocimiento, nos impide el hecho de desdramatizar nuestras circunstancias.

Por ello, el matiz que te aporta el zen es siempre los estados de purezas del consciente.

Los estados puros del consciente que es llegar al inconsciente.

Ser conscientemente de ser inconsciente una vez que se ha adquirido todos los conocimientos y la posibilidad de aprender los conocimientos y la increible sabiduria de aprender a desaprender.

Aprender a desaprender es alcanzar el absoluto de la vacuidad.

Esto, dicho, de una forma mas facil, mucho mas facil, que es jugar.

En ese estado de sabiduria, no existe un posible espacio para detener la mente.

En este sentido, la mente aquietada se convierte en un espejo que refleja todo sin necesidad de interpretaciones, criticas y consciencias.

Una de mis mayores pasiones es una estupidez.

Siempre que veas a alguien muy relajado haciendo algo raro y con poco pelo, tiene que ver con zen.

Mi pasion es jugar con un yo-yo.

La diferencia entre un adulto y un niño es que el niño juega con lo que tiene en cada momento y el adulto, trata de adaptar eso mismo a como era eso mismo, en un tiempo pasado.

Uno es inteligente y el otro interpreta.

El adulto perfecciona su tecnica, el niño continuamente busca cosas nuevas.

Uno es focalizacion que ademas le lleva a centrarse en un paradigma mental del pasado el otro es libertad e inteligencia.

Y no hay nada mas inteligente que aquel que juega, aunque sea con un yo-yo, sin ser un niño, para alcanzar el vacio de la consciencia.


...buscale un sentido, lo tiene.

miguel.

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